Restyling, te diferencias o mueres

Unas veces la decisión es obvia y necesaria, otras se necesita un estudio concienzudo y una buena estrategia, pues se convierte en todo un reto.

La decisión de ir vendiendo con la imagen que surge en cada momento, ese parcheado que sin dar importancia a la coherencia de marca, causa con el tiempo estragos, un tapón de trabajo y decisiones… pero por suerte, siempre se está a tiempo de rectificar, redirigir y mejorar. RESTYLING

Restyling significa poder revisar en apariencia, función o contenido el diseño de su producto, packaging, logo etc, es algo que sucede con más frecuencia de lo que podemos imaginar.

Muchas marcas deciden cambiar el diseño del packaging, las razones son muy variadas, en ocasiones es por falta de ventas, porque se quedó antiguo o que actualmente cuenta con otras características o nueva competencia….

Hemos visto en muchas ocasiones que un competidor ha quitado, no sólo el tipo de producto, también ha intentado asemejar tanto el packaging, que parezca igual. A causa de esto, el comprador, por precio o por parecido, termina comprando más a la competencia, causando estragos en las ventas.

Esto sucede bastantes veces y todos lo hemos visto alguna, por lo menos, ¿verdad?
Por lo que recomendamos un trabajo de restyling que nos ayudará a renovar la imagen de nuestro producto, como por ejemplo, estar atento a la competencia, no sólo en ofertas o actividad, también en avances de estética y creatividad, estudiar las oportunidades de revisar y actualizar su marca y apariencia de forma efectiva o evaluar todos los aspectos de cómo su packaging interactúa o es visto por sus clientes.

La información que nos da el cliente a la hora de rediseñar es clave y fundamental: avances tecnológicos, categoría, ventas pasadas, inventario… pues esa información que solo él conoce, será determinante para conseguir llevar al producto donde merece, al nivel que corresponde con el diseño que tiene.

La decisión de ir vendiendo con la imagen que surge en cada momento, ese parcheado que sin dar importancia a la coherencia de marca, causa con el tiempo estragos, un tapón de trabajo y decisiones… pero por suerte, siempre se está a tiempo de rectificar, redirigir y mejorar.

Si se hace bien, la repercusión puede ser muy positiva, de hecho hay en el mercado muchos ejemplos de marcas que decidieron apostar por el cambio y acertaron. Unas veces la decisión es obvia y necesaria, otras se necesita un estudio concienzudo y una buena estrategia, pues se convierte en todo un reto.