He hablado muchas veces de esos segundos de consideración del consumidor en la elección de un producto. Valoramos mucho nuestras marcas favoritas, pero muchas veces, nos puede más la curiosidad de probar un producto que ha captado poderosamente nuestra atención y nos hace pensar que puede ser incluso mejor…
¡Es el poder del diseño!
El packaging, es la puerta de entrada a la venta de tu producto, el comportamiento de tus potenciales clientes a la hora de comprar, va a estar muy unido a la imagen que perciban en ese primer momento.
Si el packaging ha seducido al cliente en un contacto visual, entonces sí dependerá de la calidad de tu producto que lo siga comprando. Puedes estar muy seguro de él, pero la verdad, es que será el diseño, el que lo venda en primera instancia.
Para una empresa, tener un gran producto es importante y motivo de orgullo, pero ya no es suficiente, la economía del comportamiento les habla de cómo los consumidores responden al diseño, y cómo afecta éste a las ventas. Por ello, cada vez más, las empresas invierten en branding y valoran más su poder estratégico.
Hay muchas marcas de productos que han visto aumentadas considerablemente las ventas al cambiar y mejorar el diseño de su packaging. Incluso marcas que han estado años siendo casi invisibles, de momento resurgen con fuerza al experimentar un extraordinario cambio en su imagen, poniéndolas en primera línea.
Como dije, no todas se han creado o desarrollado de la misma forma, pero lo que sí podemos asegurar, es que su éxito viene muy ligado a su estrategia y el diseño de su packaging.